Situada en la Isla de la Cité, la Sainte-Chapelle es la mejor capilla gótica de París y uno de los monumentos más fascinantes de toda Francia. Tanto su historia como su arquitectura, en la que destacan sus espectaculares vitrales, la convierten en una visita imprescindible en la capital francesa y en una de las más brillantes joyas del arte gótico radiante.
Historia de la Sainte-Chapelle
Repasemos a continuación la interesante historia de la Sainte-Chapelle y cómo se desarrolló su construcción durante el siglo XIII.
Construcción y fundación
La fundación de la Sainte-Chapelle data de 1241, cuando el rey de Francia Luis IX la mandó erigir para albergar las reliquias del martirio de Cristo.
Dos años antes habían llegado a París la corona de espinas, el Mandylion o imagen de Edesa –similar a la Sábana Santa– y otras reliquias relacionadas con la Pasión, hasta entonces en posesión de Balduino II de Constantinopla. El propio Luis IX entró en París con las reliquias, descalzo y vestido como un penitente, y las depositó provisionalmente en la capilla de su palacio en un costosísimo cofre de plata. Más tarde, en 1246, adquirió también la lanza de Longinos y un trozo de la cruz, y los añadió a la colección.
Cuando, en 1248, la Sainte-Chapelle estuvo al fin construida, las reliquias sagradas se depositaron en ella para ser adoradas por los reyes y sus allegados.
Uso a lo largo de los siglos
La Sainte-Chapelle fue concebida, por tanto, como un enorme y lujoso joyero que contuviese las reliquias de la Pasión de Cristo que Luis IX había hecho traer desde Constantinopla. Tanto la posesión de las reliquias como el mero hecho de erigir un edificio tan lujoso, que recordaba además a la Capilla Palatina de Carlomagno, otorgaban al rey un enorme prestigio internacional.
Además, el uso histórico de la Sainte-Chapelle estuvo relacionado con su función como capilla real, puesto que se erigió junto al palacio. Dividida en dos niveles, como era habitual en la época, se destinó el inferior a la nobleza menor y los sirvientes, y el superior, al que solo se accedía desde el interior del propio palacio, a la familia real y a la gran nobleza.
Con la llegada de la Revolución Francesa en 1789, la Sainte-Chapelle, siendo como era un símbolo de la Iglesia y de la realeza, se convirtió muy pronto en un objetivo.
Las esculturas y emblemas reales de las fachadas fueron destruidos, y el interior fue convertido en un almacén de grano, lo que provocó que algunos de los vitrales se perdieran para siempre. En cuanto a las reliquias, muchas de ellas acabaron dispersas por Europa –salvo algunas, que se conservan aún en Notre Dame–, y el cofre de plata de Luis IX fue fundido para vender el metal.
Más tarde, en el siglo XIX, la Sainte-Chapelle sería reconvertida en un archivo para el vecino Palacio de Justicia y, finalmente, restaurada bajo el mandato del rey Luis Felipe.
Arquitectura de la Sainte-Chapelle
La arquitectura gótica de la Sainte-Chapelle es una de las más bellas de su época y estilo, y el culmen del arte gótico en París, siendo los vitrales su característica más señalada. ¡Analicemos a continuación su diseño y estructura!
Diseño arquitectónico y estructura
El diseño arquitectónico de la Sainte-Chapelle se enmarca en un estilo conocido como gótico radiante. Inspirada, como ya hemos mencionado, en antiguas capillas como la Capilla Palatina de Carlomagno, la Saint-Chapelle estaba destinada a servir como escaparate del poder político y de las ambiciones culturales de Luis IX de Francia.
La estructura de la Saint-Chapelle se divide en dos niveles: una planta baja dedicada a la Virgen y destinada a los cortesanos comunes, a los soldados que protegían el palacio y a los sirvientes; y una planta alta reservada a la realeza y a sus allegados, donde, además, se guardaban las reliquias.
Los vitrales de Sainte-Chapelle
Los vitrales góticos de la Sainte-Chapelle son, sin duda, su mayor atractivo y se consideran los mejores del mundo en su estilo arquitectónico.
Consisten en quince enormes vitrales que datan de mediados del siglo XIII y que reducen la superficie existente del muro a una delicada estructura pensada solo para sustentar estas imponentes obras de arte que bañan la capilla en tonos de azul y rojo, creando un ambiente mágico.
El programa iconográfico de los vitrales de la Sainte-Chapelle narra, en el ábside este, escenas de la Pasión de Cristo, así como de su infancia y de la vida de San Juan Evangelista. En la nave, por el contrario, muestra pasajes del Antiguo Testamento.
Y finalmente, los vitrales del muro sur se ilustran con imágenes propagandísticas del descubrimiento de las reliquias y de su reubicación en París gracias a Luis IX.
Arte y reliquias en la Sainte-Chapelle
La Sainte-Chapelle fue erigida como un enorme relicario que guardase los tesoros que Luis IX había adquirido en Constantinopla y que mostrase el poderío del arte religioso de París.
La corona de espinas y otras reliquias
Las reliquias que Luis IX adquirió de Balduino II de Constantinopla para guardar en la Sainte-Chapelle constaban, entre otras, de la lanza de Longinos, trozos de la cruz, la imagen de Edesa y, la más importante de todas ellas y la que más adoración recibía, la corona de espinas de Cristo.
Según el Nuevo Testamento, Cristo había llevado la corona de espinas durante todos los eventos que condujeron a su crucifixión, por lo que era un testigo de la Pasión. Venerada desde el siglo V, reposó originalmente en Jerusalén hasta que, en algún momento de la Edad Media, fue trasladada a Constantinopla, a cuyos gobernantes se la compró Luis IX de Francia en 1238.
Otros tesoros artísticos
El arte y la importancia de la Sainte-Chapelle no se reducen a la historia de las reliquias o a sus espectaculares y coloridos vitrales.
El tesoro de la Sainte-Chapelle incluye también las esculturas de su fachada (restauradas de forma fidedigna en el siglo XIX) y las del interior, que son originales del siglo XIII. Además, con los restos de policromía medieval que aún quedaban en el edificio durante su primera restauración, se volvió a pintar toda la capilla tal y como habría sido en la Edad Media.
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Preguntas frecuentes sobre la Sainte-Chapelle
La Sainte-Chapelle se construyó en el siglo XIII, entre 1241 y 1248.
La Sainte-Chapelle es una de las cumbres del arte gótico radiante en Francia y en Europa, destacando sus enormes vitrales.
En la Sainte-Chapelle se guardaban reliquias de la Pasión de Cristo como la corona de espinas, la lanza de Longinos, trozos de la cruz y la imagen de Edesa.
Los vitrales de la Sainte-Chapelle muestran escenas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, así como imágenes de la adquisición y del traslado de las reliquias.
